miércoles, 21 de marzo de 2012

EDUCAR EN LA COMPETENCIA INDIVIDUAL Y SOCIAL. UNA BASE PARA PREVENIR LAS ADICCIONES EFICAZMENTE. (Parte 2)

Es evidente que los modelos preventivos respecto a las drogodependencias han dado escasos resultados y respecto a otras adicciones, cada día más comunes, ni siquiera se ha puesto realmente en práctica.
Se ha acusado a los responsables políticos, a la falta de presupuesto y la presión de grupos de poder, de este fracaso. Pero, aunque en verdad todo eso ha influido, no me cabe la menor duda que su peor enemigo ha sido el estatismo. Se sigue intentando prevenir utilizando métodos que está ideados para conseguir el efecto contrario. Se ha hecho prevención de adicciones desde el sistema educativo sin plantearse antes que  el propio sistema carece a veces de bases preventivas: se ha movido más hacia la formación que hacia la propia educación. Se ha utilizado la publicidad, cuando ésta tiene como finalidad consumir y no, dejar de hacerlo. Se ha repetido el esquema una y otra vez, sin pararse a pensar que el problema ya no es el mismo, no tiene las mismas raíces, ni se plantea socialmente desde los mismos postulados.
Si exceptuamos el tabaco , no solo no he hemos conseguido reducir la incidencia de ninguna droga con carácter global, si no que hemos sido rebasado por miles de ellas que se escapan a todos los presupuesto preventivos, es más, en el campo de las adicciones conductuales, se ha producido un aumento significativo de problemas relacionados con el control del impulso que acaban en dependencias y hasta hemos sido testigos de cómo sustancias y conductas necesarias, se convierten en adicciones innecesarias.
Por todo ello planteo que hay que cambiar, no solo el lenguaje y la intencionalidad, si no algo mas básico, la forma en que educamos y para que educamos. De esta forma conseguiremos personas capaces de modificar el “ambiente”, es decir, su contexto social y hacerlo preventivo 
El modelo CIS no trata de informar, aunque por supuesto tiene una parte informativa. El CIS no pretende educar sobre drogas y adicciones, aunque sea un modelo educativo. El CIS no pretende generar cambios en los niveles de concienciación de la sociedad sobre este fenómeno, aunque como resultado de su aplicación, la sociedad en su conjunto habrá cambiado de forma tal que todos estén informados, formados respecto a estos fenómenos y concienciado de que ciertos consumos y conductas son una forma de autodestrucción.
Para ello, la propuesta es informar, formar y en definitiva educar, para que sean los propios individuos los que generen su  estilo de vida, basado en una practica cotidiana de valores y estrategias, que con las herramientas adecuadas, den lugar a un cambio social basado en el respeto, la responsabilidad, la honestidad y la sostenibilidad,  responsables de sus acciones, es claro que la inmensa mayoría se dotará de un estilo de vida que impida en gran medida sufrir estos trastornos.
La adicción parte de la ineficacia personal, de los fallos continuo para sentirse compensado socialmente, de la falta de estímulos hacia el esfuerzo personal y en definitiva de la infelicidad en el sentido amplio de la palabra.
Dado que con estas sensaciones negativas nadie es capaz de tener una vida fácilmente soportable, es por lo que en la búsqueda de esa soportabilidad, los individuos indagan en diferentes consumos o simplemente se “pierden” en la repetición obsesiva de una conductas que compensa esa frustración.
Por ello, planteo que la prevención de las drogodependencias y otras adicciones debe basarse en una educación preventiva; que se dote a los individuos de normas estables de comportamiento, técnicas para dominar cada situación conflictiva y herramientas que les permitan aplicar las técnicas y asumir las normas o cambiarlas respetando unos

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