lunes, 29 de agosto de 2011

“Análisis del Consumo de Drogas en el Colectivo LGTB y posibles Prácticas de Riesgo derivadas” D. Jorge Garrido Fuentes. Diplomado en Terapia Ocupacional. Coordinador General de la Asociación Apoyo Positivo.

Este análisis pretende ser una fotografía de los hábitos de consumo de
sustancias estupefacientes en un colectivo concreto: el LGBT, prestando
especial atención a los hombres que mantienen relaciones sexuales con
hombres y las posibles prácticas de riesgo, para la salud, derivadas.
Nos referimos principalmente a un consumo de drogas que se desarrolla
en entornos muy vinculados con el ocio y el tiempo libre.
Supone una aproximación, pues, a la realidad de un ocio específico, en
el que participa parte del colectivo gay, en una gran población como es
Madrid, dentro de la oferta que toda persona homosexual tiene dentro y
fuera de su denominado “ambiente”.
Un ocio íntimamente vinculado a acciones que fomentan el consumo de
sustancias perjudiciales para la salud por si mismas o por las prácticas de
riesgo que se puedan derivar.
No se puede definir como una opción de ocio única ni mayoritaria, pero
si frecuente.
Esto lo convierte en un problema, para jóvenes homosexuales y, por
supuesto heterosexuales, con los que comparten estas prácticas, al cual no
se le está prestando la atención necesaria. Ni a cómo se está desarrollando,
ni a sus posibles consecuencias, que empiezan a invadir nuevos espacios
sociales para las drogodependencias y para la salud, como en el ámbito de
nuevas infecciones por VIH y otras enfermedades de transmisión sexual.
Todos esos nuevos tipos de consumo suponen, en definitiva, nuevos tipos
de usuarios y, lamentablemente, una mayor permeabilidad social o socialización
de las drogas que nos hacen de nuevo débiles a todo el conjunto
de la sociedad, y, con un mayor azote sobre los colectivos en exclusión
social.
Lamentablemente, el colectivo LGBT es aún un grupo de exclusión, a
pesar de su propio esfuerzo y el de algunas administraciones públicas y
de la sociedad española para su integración completa.
Esto le infiere a una serie de factores que favorecen el consumo de
sustancias ilegales y que, junto a determinados valores que priman en
parte del colectivo, acaban determinando unos comportamientos de
mayor permisividad hacia el consumo y, curiosamente, mayor información
en relación a nuevas drogas.
Repasaremos, en conclusión, un mapa de consumo de drogas en el
colectivo LGBT, que incluye alguno de los siguientes puntos de análisis:
1. Hábitos de consumo actuales dentro del colectivo LGBT / HSH
(hombres que practican sexo con hombres):
a. Causas de consumo
b. Drogas clásicas
1. Cannabis
2. Cocaína
3. Éxtasis
4. Speed
5. Nuevas drogas de síntesis
6. Ketamina
7. MDMA
8. GHB
9. GBL
10. Mefedrona
11. “Ola de marfil” (Ivory Wave)
d. Tipos de consumo
1. Consumo social o de ocio
2. Consumo sexual
2. Consecuencias de consumo:
a. Psicológicas (consumo múltiple)
b. Sociales (redes sociales creadas y consecuencias)
c. Salud (ITS, VIH, prácticas de riesgo que atentan contra la
salud)
3. Relación entre prácticas sexuales y consumo de alcohol y otras
sustancias estupefacientes.
4. Análisis de las pruebas rápidas: información relativa a práctico
de riesgo y consumo de estupefaciente. Análisis de variables,
colectivos y tipo de consumo.

lunes, 22 de agosto de 2011

“Repercusión de las Adicciones en el Mundo Laboral” D. Ernesto Eduardo González. Doctor en Psicología. Master en Drogodependencias. Director de CAPLA.

La prevención puede mirarse en un sentido amplio como la acción y el
efecto de las intervenciones diseñadas para cambiar los determinantes
individuales y sociales del abuso de drogas legales e ilegales, incluyendo
tanto el evitar el inicio del consumo de drogas como evitar el uso mas
frecuente entre las poblaciones en situación de riesgo. Entendemos así,
por prevención el conjunto de estrategias que una comunidad particular,
en este caso la laboral, practica para anticiparse a la aparición de
fenómenos no deseados, a fin de evitarlos y reducirlos.
Una herramienta: El CPL “Centro Preventivo Laboral”
Esta herramienta la hemos concebido oportunamente, creado y diseñado
concretamente, y “es un organismo público o privado que se dedica a
la promoción de la salud y a la prevención del consumo indebido de
Alcohol y otras Drogas en los lugares de trabajo, para los cuales se
utilizan estrategias preventivas adaptadas a los medios laborales y a la
población del trabajo”.
Objetivos Generales:
* Propiciar el mejoramiento de la calidad de vida de los trabajadores y
sus familias.
* Disminuir la prevalencia del consumo de alcohol y drogas entre los
trabajadores y sus familias.
* Promover la participación de los trabajadores y sus familias.
* Conocer las necesidades de la población laboral, diagnóstico y mirada
epidemiológica.
* Promover la creación de una red de servicios laborales preventivos.
Actividades:
* Realizar diagnósticos de situación laborales.
* Diseñar, planificar y desarrollar con la comunidad laboral actividades
preventivas laborales dirigidas a los distintos sectores que la conforman.
* Identificar factores de riesgo en el ámbito laboral.
* Generar espacios de reflexión y profundización del conocimiento
respecto de la problemática del consumo de drogas.
* Brindar información y orientación a los trabajadores sobre los riesgos
sanitarios y ocupacionales asociados con el consumo de alcohol y otras
drogas y sus consecuencias.
* Informar acerca de la red asistencial local y cercana a su lugar de trabajo
y realizar la derivación a los centros de asistencia, en los casos que así se
requiera, articulados al centro médico laboral.
* Ser nexo de coordinación con las entidades intermedias y ONG de su
territorio.
* Propiciar, promover y facilitar información con otros sectores implicados
en el tema a efectos de generar una retroalimentación confidencial
positiva.
* Generar la participación de todos los sectores y áreas del trabajo.
* Incentivar, propiciar y acompañar proyectos preventivos que surjan del
sector.
* Ser agente de derivación de las demandas del sector de trabajo hacia la
red de asistencia y prevención de la localidad más cercana.
Destinatarios:
El total de los trabajadores en casa ámbito laboral y sus familias.
Lugares posibles:
Son diversos. Puede ser un ámbito específico, o encontrarse dentro del
Servicio Médico de Planta, dentro del área de Seguridad e Higiene de la
Empresa, puede articularse dentro de la Delegación Gremial, o en alguna
Secretaría Gremial (Acción Social, Juventud, etc.).
Posibles líneas de acción como base del programa de un Centro
Preventivo Laboral en Adicciones:

1) Si tal cual las estadísticas, el 70% de los consumidores de alcohol y
drogas tienen empleo (fuente: OIT) y con la demostración que estas
tienen respecto a la demás población, entre 3 y 4 veces mayor ausentismo,
casi 4 veces mayor accidentología, alrededor de 15 veces más llegadas
tarde, 5 veces más sanciones disciplinarias, 30% menos en rendimiento
laboral y 8 veces mayor erogación en salud, se comprende rápidamente
su impacto en el ámbito de trabajo.
2) Entonces los pasos claves del programa del Centro Preventivo Laboral
en adicciones podrán ser:
a.- política escrita acerca de la problemática adictiva.
b.- sistema de capacitación para supervisores y delegados gremiales.
c.- programa educativo para empleados y trabajadores.
d.- programa asistencial para empleados y trabajadores.
e.- programa de testeo y detección en adicciones.
3) Confirmación de los valores positivos de un Centro Preventivo
Laboral en adicciones:
a.- por la necesidad de lugares de trabajo libres de adicciones.
b.- por la necesidad de seguridad (evitar accidentes, etc.).
c.- por la calidad y productividad (evitar bajo rendimiento laboral).
4) Los propósitos del Centro Preventivo Laboral en adicciones:
a.- política efectiva de prevención de adicciones en el trabajo.
b.- asesoramiento y orientación a la población sana y a los que deben
recuperar la salud.
c.- apoyo, orientación y asesoramiento adecuado a las familias.
d.- acciones de educación primaria a todos los niveles de la institución
laboral.
e.- búsqueda del nivel óptimo de salid para eso comunidad laboral.
Es decir, que el objetivo central del Centro Preventivo Laboral es el logro
de un lugar laboral libre de adicciones, protegiendo y potenciando al
empleado, a su familia y por ende a la comunidad. Esta acción involucra:
1.- Directorio y Áreas Gremiales.
2.- Servicios de Medicina Laboral.
3.- Área de Personal y Relaciones Laborales.
4.- Área de Higiene y Seguridad Laboral.
5.- Supervisores y Delegados Gremiales.
6.- Gremios.
7.- Trabajadores.
8.- Centros Especializados de la localidad o región.
Además, y siguiendo las recomendaciones de la OIT, se deberá mantener
el carácter estrictamente confidencial y en forma permanente en:
1.- Registros médicos empresariales.
2.- Exámenes psicofísicos.
3.- Registros de personal.
Es importante la planificación de una metodología en la intervención
de los Centros Preventivos Laborales. Por ejemplo: en prevención
primaria, en difusión y publicaciones (folletos, cartas o publicaciones tipo
dípticos o trípticos, vídeos, etc.), con videoconferencias, con cursos y
conferencias a todos los niveles y si es posible, extendido a las familias;
en prevención secundaria son importantes las entrevistas individuales
y de seguimiento, las entrevistas a los familiares, reuniones grupales,
reuniones con instituciones específicas y centros de la localidad y la
región, articulaciones con alcohólicos anónimos, narcóticos anónimos,
Federaciones de ONG´s especializadas, con la obra social… Por ejemplo,
en la provincia de Buenos Aires, con la Subsecretaria de Atención a las
Adicciones, A nivel nacional con la Sedronar. Así mismo, es importante
la aplicación de testeo en ocasión del ingreso o preocupacional con
consentimiento del postulante informado de la política laboral respecto,
además y sin previo aviso al universo de la población laboral una cantidad
de determinaciones por un sistema al azar o planificado.
Hay además acciones posibles de los Centros Preventivos Laborales en
asesoramiento al área de supervisores y delegados gremiales tales como
prever deterioros en el desempeño de los trabajadores y su visualización,
como ejemplo:
1.- Ausencias o impuntualidades en aumento.
2.- Incumplimiento frecuente del horario.
3.- Tarea en exceso de defectos.
4.- Ausencia del área de trabajo muy frecuentemente.
5.- problemas en las tareas de rutina.
6.- Conflictos y relaciones interpersonales dificultosas.
7.- No hay vistas de mejoras en su trabajo.
Asimismo, ver algunas aptitudes y actitudes del trabajador:
a) dificultades al pronunciar; b) aliento a alcohol; c) mala a regular coordinación;
d) caminar inestable y falta de equilibrio; e) manos temblorosas;
f) actitud de pelea, enojo y falta de colaboración poco usuales; g) estar
adormecido; h) ojos colorados o dilatación de las pupilas, etc.
Es muy importante tener claro una normativa respecto al uso, venta o
posesión de drogas o de alcohol en el lugar de trabajo y cómo confiscar
material sospechoso, cómo conectarse con seguridad y cómo elevar
el informe correspondiente a personal, a seguridad y a las gerencias
adecuadas.
El costo que implica la implementación de un Centro Preventivo Laboral
en Adicciones en la empresa es una inversión que a largo plazo tiene
un beneficio enorme, dado que se gana en calidad de vida laboral y en
productividad. Solamente se debe pensar que por cada dólar que se gasta
en un accidente se deberá considerar más de seis dólares de pérdidas
en factores indirectos, tal cual nos explican las compañías de seguros.
Entonces toda institución laboral que implementa Centros Preventivos
Laborales en Adicciones, además de los propios beneficios económicos,
está promocionando la salud contra la epidemia adictiva no sólo del
trabajador sino que lo hace extensivo a su familia y a la sociedad, siendo
el objetivo central lugares libres de adicciones, con una política seria que
además se extiende a la comunidad. En este sentido es ejemplificadora
la acción de UPCN, el gremio Unión del Personal Civil de la Nación del
nivel directivo nacional, que ha implementado nuestro modelo de CPL
en Argentina, además de APUBA gremio no docente de la UBA con su
CPL en el Hospital de Clínicas de la Ciudad de Buenos Aires. También el
CEPAM en la Municipalidad de la Ciudad de San Luis, Provincia de San
Luis. Son algunos ejemplos concretos.
En Argentina hemos realizado algunos estudios que se pueden visualizar
en nuestro sitio www.trabajosindrogas.com.ar y donde se destacan
algunos ítems que muestran la importancia de trabajar preventivamente
en los escenarios laborales frente a la problemática de las adicciones,
(Sondeo de Opinión realizado desde Septiembre 2009 a Enero 2010.
Capital Humano Laboral del ámbito público y privado, de ambos sexos,
mayores de 18 años – 2.00 personas - en la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires y Provincia de Buenos Aires, Argentina. CAPLA – Centro Argentino
de Prevención Laboral en Adicciones Trabajo registrado):
PREGUNTA 8:
¿Conoce Ud. a algún empleado o trabajador de su espacio laboral que usa
o abusa de alguna droga legal (tabaco o alcohol)?
• Si 66% (1.386)
• No 30% (630)
• Ns/Nc 4% (84)
PREGUNTA 9:
¿Conoce Ud. a algún empleado o trabajador de su espacio laboral que usa
o abusa de alguna droga ilegal (marihuana, cocaína, paco o pbc, heroína,
etc.)?
• Si 46% (966)
• No 50% (1.050)
• Ns/Nc 4% (84)
PREGUNTA 10:
¿Ud. tiene conocimiento si su empresa (pública o privada) tiene un
programa preventivo específico sobre adicciones?
• Si 9% (189)
• No 48% (1.008)
• Ns/Nc 43% (903)
Estas cifras y datos nos permiten percibir la magnitud del problema y
por esto resulta muy importante la Responsabilidad Social de la Empresa
unida a la promoción de la salud que tienen ejemplos importantes en
Argentina como Tenaris, Petrobrás, Acindar, Peugeot.
Por eso la prevención del consumo de alcohol y drogas en el mundo
laboral debería seguir orientaciones similares a los programas dirigidos a
la población en general, es decir, incrementar los factores de protección y
disminuir los de riesgo, focalizando aquellos específicos del trabajo.
Principios Preventivos en el Ámbito Laboral:
- Es un hecho laboral.
- Busca la reducción de la posibilidad de que en el lugar de trabajo
aparezcan problemas relacionados con el consumo de drogas.
- Implica aislar factores de riesgo.
- Implica determinar los factores de protección.
- No hay prevención sin construcción de un sistema asistencial.
Las Políticas de Alcohol y Drogas:
¿Para Quien?: para todo el personal y para contratistas.
¿Para Qué?: para cuidar al personal, para evitar accidentes y para cuidar
la calidad del trabajo.
¿Por Qué?: porque quienes están bajo los efectos de estas sustancias no
están en condiciones de cuidarse a si mismos ni a sus compañeros.
Como puntos de partida para la prevención de adicciones en el medio
laboral podemos analizar y profundizar en estos tres puntos:
En 1er. Lugar: la Comunidad Laboral como objeto de prevención, o sea, la
posibilidad de incidir en los grupos y personas que la forman, buscando
poder potenciar los factores de protección y disminuir los factores de
riesgo.
En 2º Lugar: la Comunidad Laboral como sujeto de acción preventiva,
a través de capacitación, sensibilización y concienciación de grupos y
personas que actúen como preventores y como interlocutores con la
Comunidad Laboral.
En 3er. Lugar: la Comunidad Laboral como espacio donde se desarrollen
actitudes y respuestas ante el fenómeno del consumo de drogas, sobre
los que hay que intervenir.
8 Pasos posibles para establecer una política preventiva laboral:
1.- Protocolo-Compromiso del Mivel Directivo (Acta Compromiso).
2.- Conformación del Equipo Motor Preventivo Laboral (EMPL).
3.- Concienciación de los Recursos Humanos con personal a cargo.
4.- Diagnóstico Inicial.
5.- Sensibilización de la Institución Laboral.
6.- Elaboración de la Política y Plan de Prevención.
7.- Enunciación, compromiso y difusión de la Política.
8.- Evaluación de la Política.
Objetivos de un programa preventivo laboral:
• Mejorar la salud en el trabajo, favoreciendo pautas y hábitos de
vida saludables.
• Garantizar la seguridad propia y ajena en el ámbito laboral.
• Detectar en forma temprana los problemas de abuso y/o
dependencia de alcohol y otras drogas en el ámbito laboral.
• Promover la salud de aquellas personas sanas desde una actitud
preventiva.
• Posibilitar el acceso a programas de rehabilitación integral.
Elementos Fundamentales para una Política de Alcohol y Drogas:
* Política Escrita.
* Difusión al Personal.
* Entrenamiento / Educación.
* Selección de Puestos de Riesgo.
* Pruebas Biológicas.
Resaltamos la decisión y apoyo de los dirigentes laborales al llevar a
cabo estos programas, en favor de sus propios recursos humanos, y que
conquistarán su objetivo si cuentan con el consenso de todas las partes
que conforman el escenario laboral, porque serán estas decisiones y las
que se tomen en los próximos años las que van a determinar como
afectará o no esta problemática en los ambientes laborales.
Para finalizar:
“Las drogas destruyen vidas y comunidades, socavan el desarrollo
humano sostenible y generan delincuencia, afectan a todos los sectores
de la sociedad, en todos los países; sobre todo el uso indebido de drogas
afecta la libertad, y el desarrollo de los jóvenes que son el patrimonio más
preciado de la humanidad. Constituyen una grave amenaza para la salud, la
seguridad y el bienestar de todo el género humano, para la independencia
de los Estados, la democracia, la estabilidad de las naciones, la estructura
de todas las sociedades y la dignidad y la esperanza de millones de
personas y sus familias”.
(Declaración Política - Sesión Especial de la Asamblea General de las Naciones
Unidas – Junio de 1.998)

sábado, 20 de agosto de 2011

"No me hagas Soplar"

La canción nos habla sobre la prueba de Alcoholemia. Muchas veces pasamos de ella, no nos importa coger el coche después de haber estado bebiendo, no medimos las consecuencias, se toma como si fuese un juego y lo que está en juego son nuestras vidas y las de terceros, PIENSATELO Y SI BEBES NO CONDUZCAS (Grupo Platero y Tu)

domingo, 14 de agosto de 2011

“Medios de Comunicación y Marketing. La Influencia en el Comportamiento”D. Eduardo Hidalgo Downing. Licenciado en Psicología.Especialista en Drogodependencias

Cuando, hace años, me dedicaba a dar talleres sobre sustancias
psicoactivas en centros educativos, en ocasiones, al abordar el consumo
de las drogas legales, acostumbraba a interrogar al alumnado al respecto
de la influencia que, según su parecer, ejercía sobre ellos la publicidad.
Concretamente, me dedicaba a realizar la siguiente pregunta a uno,
dos, tres, cuatro o cinco escolares escogidos al azar: «¿A ti te influye
la publicidad?».
La respuesta, como ya pueden ustedes imaginar, era
siempre la misma. Siempre, absolutamente siempre, contestaban unánime
y taxativamente: «¡A mi no!».
Y ustedes, ¿Qué responderían ante semejante consulta? ¿Si? ¿No? ¿No
saben/No contestan? Difícil respuesta, ¿verdad? Difícil saber si nosotros
mismos somos o no –y hasta qué punto- vulnerables a los efectos del
marketing y de la publicidad… Sin embargo, lo somos, y mucho. No les
quepa la menor duda. Todos y cada uno de nosotros estamos sometidos
–de forma bastante más acusada de lo que solemos intuir- a su sibilina
influencia. Y si ustedes mismos no lo tienen del todo claro, desde
luego que hay otros que lo tienen clarísimo: las empresas y las firmas
comerciales –y los publicistas y los directivos de marketing que viven a su
costa-. Puesto que, en última instancia, ¿no son este tipo de entidades las
que, día sí, día también, se dejan el dinero en hacer y en rehacer continuas
campañas publicitarias para promocionar sus productos? Entonces, ¿A
santo de qué iban a hacerlo si no les reportase ningún beneficio, es decir,
si no tuvieran influencia alguna sobre nuestros hábitos de compra, sobre
nuestro comportamiento?
Vamos a ver, ¿saben ustedes lo que se gasta anualmente Coca-Cola en
publicidad? Más de 2.000 millones de euros. Aproximadamente un 25%
de todos sus ingresos, lo cual supera los gastos generados por cualquier
otro departamento o actividad de la entidad (producción, distribución,
etc). ¿Por qué lo hará? ¿Cuáles son los objetivos de esta empresa
multinacional? Ustedes lo saben bien, los mismos que los de cualquier
otra: obtener los máximos beneficios de los productos que comercializan.
De modo que ¿para qué iban a dilapidar cifras ultra-millonarias en algo
que no funciona ni sirve para nada? La respuesta es más que evidente: la
publicidad funciona y sirve para mucho, muchísimo.
Cualquiera que haya tenido la oportunidad de viajar a algún lugar exótico
y lejano, a buen seguro que no habrá dejado de sorprenderse al toparse,
absolutamente en medio de la nada (como, por ejemplo, en las lindes del
pleno desierto del Sahara), con un anuncio de Coca-Cola. ¿Una tontería?
¿El capricho o la excentricidad de algún directivo de mercadotecnia?
¿Una broma pesada? Nada más lejos de la realidad, damas y caballeros.
Se trata, más bien, de una muestra más de los mil y un frentes de batalla
que haya abierto, jamás de los jamases, cualquier empresa a la hora de
promocionar su producto de la manera más eficiente posible. A fin de
cuentas, la Coca-Cola es una de las bebidas más consumidas en el mundo.
«Normal», dirán algunos, «es que está muy rica».
Si, evidentemente, el sabor y la aceptación del producto por parte del
público son fundamentales. Seguramente, casi tanto como su publicitación.
Porque, a la hora de la verdad, por muy bueno que sea algo, si no lo das
a conocer, sencillamente, ese algo no existirá para el público general y no
habrá clientela que lo compre –a excepción, si acaso, de cuatro gatos-.
Tanto es así que, incluso lo contrario, es igualmente cierto: si algo no
existe pero es publicitado, habrá clientes que lo busquen y lo soliciten, más
cuanto más se publicite. Y al efecto, les pondremos otro ejemplo ilustrativo:
hace años, en un programa presentado por “el hombre más bueno del
mundo” (nos referimos a Emilio Aragón), aparecía, en un determinado
momento de cada una de las emisiones, un grupo de cuatro o cinco
chicas brasileñas en tanga que cantaban durante apenas 15 segundos una
cancioncita cuyo estribillo decía «Cacaooo, Meravilaooo…». Pues resulta
que, en apenas unos días, las demandas y solicitudes del mencionado
cacao no dejaron de crecer y crecer en todo tipo de supermercados y
tiendas de alimentación. La cuestión, a nuestro juicio harto reveladora
de la influencia de la publicidad, es que, sencillamente, este producto no
existía ni había existido jamás. Pero la gente lo escuchó en la tele, pensó
que era una marca, y la quiso comprar.
En eso se dice que consiste la publicidad: en dirigir los deseos de la
clientela hacia el producto anunciado. Los publicistas, se dice, no crean las
necesidades ni los deseos de las personas. Unas y otros los llevamos ya
incorporados de serie; y son virtualmente infinitos. El deseo, la intención
o el gusto por tomar cacao (o por hacer o usar cualquier otra cosa) ya
está ahí –latente o a flor de piel-. La publicidad lo que trata de conseguir
es que aflore dicho deseo –si es que aún no había aflorado- y de dirigirlo
concretamente hacia la marca que ha tenido a bien pagar el anuncio. Y si
el anuncio es bueno, funciona, vaya que si funciona… ¿o no se acuerdan
acaso de las susodichas brasileñas y de su cancioncita? Si tienen ya una
edad, seguro que si. ¿Y del programa en el que aparecían en cuestión? De
eso ya cuesta más acordarse… ¿curioso, verdad? Creo que se llamaba
VIP Noche, pero eso… creo, tan solo creo, mientras que de la cancioncita
–y del nombre del cacao en cuestión- me acuerdo perfectísimamente, lo
más seguro que al igual que muchos de ustedes.
Curioso, también, que fueran brasileñas en tanga… ¿Casualidad? No,
para nada. Tan sólo un ejemplo más del eterno e imperecedero recurso
publicitario a las tías buenas y a los tíos buenos… burdo, básico, a veces,
muchas, incluso, deplorable. Pero efectivo. A la vista está… de otro modo,
19644 libro VIII congreso FIAFB.indd 67 20/04/11 11:09
no se recurriría tanto al mismo, ya sea para anunciar coches, cereales,
colonias o cuchillas de afeitar.
No lo duden ni un segundo: las campañas publicitarias funcionan e
influyen en nuestro comportamiento, en nuestras pautas de consumo
y en nuestro estilo de vida. Lógicamente, no se trata de una ciencia
exacta ni se rige por fórmulas universalmente certeras e infalibles, pero,
al menos en buena parte, cumplen su cometido. John Wanamaker, lo
dijo bien clarito allá por el año 1.885 (cuando las técnicas publicitarias
apenas empezaban a despuntar): «Sé que la mitad de mi publicidad es
un despilfarro, pero no sé que mitad». Sin embargo, también tenía muy
claro que la otra mitad cumplía sus funciones a la perfección, por algo
se convirtió, de hecho, en el propietario de la mayor cadena de grandes
almacenes de la Norteamérica de la época.
Aun así, la publicidad es tan sólo una de las muchas ramas del marketing,
y Wanamaker, como buen pionero y precursor que fue, supo entenderlo
perfectamente, poniendo en práctica, antes de que nadie lo hiciera, tácticas
tales como la instauración del precio fijo en todos sus establecimientos
en lugar del tradicional regateo; asegurando la “satisfacción garantizada
o le devolvemos su dinero”; y posibilitando la compra por teléfono las
24 horas del día. Marketing, queridos lectores, puro marketing que le
aportó beneficios millonarios y le convirtió en uno de los empresarios
más prósperos de su tiempo.
Marketing que, desde entonces, siguió evolucionando, desarrollándose,
sofisticándose… siempre con la misma intención de despertar y dirigir
nuestros deseos, nuestro estilo de vida y nuestra conducta de compra
hacia el producto promocionado y obtener así los máximos beneficios
posibles del mismo.
Mercadotecnia que, a día de hoy, cualquier gran empresa que se precie no
duda ni un segundo en aplicarla a rajatabla en todas sus posibles variantes.
Puesto que, por muchos y muy elevados que sean los esfuerzos y las
inversiones que traigan consigo, si quieren subsistir y perpetuarse como
entidad comercial no les queda otra opción que desplegar todas las
técnicas de merchandising que les sea posible. Técnicas a las que estamos
expuestos en nuestra vida cotidiana de forma continua y que invaden
nuestro entorno hasta el más mínimo detalle.
Estrategias que, tanto si somos capaces de identificarlas –por ser ya harto
conocidas- como si no, influyen en nuestra conducta hasta un extremo
que ni siquiera llegamos a sospechar –o si, pero lo mismo da, porque, por
lo general, mordemos igualmente el anzuelo-. Marketing, perfectamente
estudiado y ejecutado con precisión quirúrgica para aumentar los
beneficios de la empresa. Marketing que se despliega y se materializa de
mil y una formas distintas, pero todas ellas planificadas de antemano. Aquí
nada es casual, aunque lo parezca…
Los colores rojos empleados en los establecimientos de comida rápida
envían a nuestra mente un mensaje opuesto a la relajación y a la comodidad
y, con ello, nos inducen, precisamente, a comer rápido y a largarnos de
ahí cuanto antes, favoreciendo, de este modo, la continua rotación de
clientes y aumentando exponencialmente los ingresos obtenidos por
hora de trabajo.
El hecho de que las puertas de entrada y de salida de establecimientos
como el Toys R Us sean de sentido único y que estén situadas en extremos
opuestos se traduce en la obligatoriedad de que el cliente, una vez que ha
entrado en la tienda, no tenga más opción que recorrérsela de cabo a rabo
para poder salir, lo cual, cuando hablamos de una juguetería, cualquiera
puede entender lo que implica, fundamentalmente si en el recorrido se
cuenta con la inestimable compañía de los propios hijos.
Las puertas de acceso a establecimientos como El Corte Inglés o
Decathlon son notablemente amplias, a ras de suelo (es decir, sin
necesidad de subir rampas o escalones) y de apertura mecánica. Las
escaleras para subir o bajar de una planta a otra –en caso de que las
haya- son mecánicas e incluso se compaginan con la existencia de
ascensores. Es decir: facilitan al máximo la accesibilidad. De hecho, en
caso de que existan rampas y escalones tendrán siempre una dirección
ascendente para la salida y descendente para la entrada. En otras palabras:
entorpecerán la “escapatoria del local”, el cual, por lo demás, contará con
una aclimatación exquisitamente cuidada (refrescante en verano, calurosa
19644 libro VIII congreso FIAFB.indd 69 20/04/11 11:09
en invierno y templada en períodos de entretiempo), que se traducirá
en una sensación de bienestar a la hora de acceder y deambular por el
centro y de incomodidad a la hora de abandonarlo.
El acto de salir del centro comercial se verá dificultado, por lo demás,
por el hecho de que estos grandes almacenes suelen carecer, por norma
general, de ventanales exteriores. A pesar de que, desde fuera, su aspecto
sea o pueda ser precisamente el contrario –grandes vidrieras y edificios
acristalados desde la base hasta el techo-, en su interior las paredes son
completamente opacas. La intención y el resultado no es otro sino que el
cliente carezca de cualquier referencia exterior (temporal: mañana, tarde,
noche; o climatológica: frío, calor, lluvia…) y se encuentre completamente
desorientado temporal y espacialmente… hasta el punto de que, en
ocasiones, dicha desorientación termina traduciéndose en un puro y duro
embotamiento mental, que si bien, una vez llegado, a algunas personas
les invita a salir de ahí lo antes posible, a otras las deja técnicamente
nokeadas, zombificadas y en eterna deambulación por el establecimiento,
convirtiéndolas en presa fácil para todo tipo de gastos que, en primera
instancia, no tenían pensado realizar.
El hilo musical típico de estos grandes comercios varía en función del
volumen de la clientela: relajado si es escasa –para que se tome su tiempo
para picar en los distintos cebos-; y más acelerada y frenética cuando el
local está atestado –para agilizar a los clientes –y con ello, las compras- yno dar opción a los tiempos muertos.
La localización y distribución de los productos de los supermercados y
de los grandes almacenes sigue una lógica absolutamente perversa: los
productos de máxima y primera necesidad se sitúan en los rincones más
alejados y apartados, mientras que los caprichos de todo tipo se ponen
en los pasillos por los que, casi indefectiblemente, ha de pasar todo el
mundo (el ejemplo paradigmático es el de los chicles y demás caprichitos
con los que se atestan los mostradores situados junto a las cajas de
pago). Para más INRI, periódicamente, se cambia la localización de unas y
otras secciones. La intención (y el resultado) es que el cliente no pueda ir
eternamente a tiro fijo a comparar X, Z e Y, sino que, cada cierto tiempo,
se vea obligado a recorrerse el centro comercial de cabo a rabo para
encontrar lo que busca, de modo que, en el camino, se vea tentado a
comprar otro tantos productos que no tenía intención alguna de adquirir.
Incluso la altura a la que se sitúan unos y otros productos: en los estantes
inferiores, medios o superiores, no es en absoluto casual, sino que
depende de los intereses prioritarios de venta del establecimiento y del
momento (ofertas, temporadas, etc.). En tanto en cuanto, por comodidad,
la tendencia general es la escoger los productos que estén al alcance de
la mano; el esfuerzo medio sería el de alzar el brazo para cogerlos; y lo
más trabajoso… el agacharse hasta el estante de abajo.
Estas, y mil y una cuestiones más determinan nuestras conductas de
compra hasta extremos que resultan inauditos; y son aplicadas de forma
generalizada por parte de todas y cada una de las grandes compañías
comerciales. No se trata, además, de asuntos top secret que únicamente
conocen y manejan los gerentes de las mayores firmas comerciales sino
que se explican y revelan en la primera semana de formación a todo
aquel dependiente que, una vez superada la entrevista laboral, vaya a
formar parte de la plantilla de muchas de estas empresas (ese, al menos,
fue nuestro caso cuando tuvimos la ocasión de trabajar en una de ellas).
Por otra parte, aunque las estrategias de mercadotecnia que acabamos
de describir puedan entenderse como simples “trucos técnicos” que, a la
hora de influir en nuestra conducta, no van más allá de lo micro y que, por
tanto, no se traducen más que en pequeños e insignificantes detallitos
comportamentales, lo cierto es que la influencia del marketing, de la
publicidad y de la mercadotecnia entendidas en su más amplio sentido no
es ya que vayan mucho más lejos de lo micro; no es sólo que extiendan
sus tentáculos hasta lo macro (influyendo directamente en todas y cada
una de las áreas y de los aspectos de nuestro estilo de vida) sino que, de
hecho, están tan integradas en nuestra forma de vida, en nuestra cultura,
que forman parte indisociable de ella, llegando a constituir algo así como
un órgano vital de la misma, y estando ambas en un continuo y mutuo
proceso de alimentación y retroalimentación.
El anuncio del yogurt o del coche no sólo anuncian un postre o un
vehículo sino toda una manera de entender y de vivir la vida, con sus
19644 libro VIII congreso FIAFB.indd 71 20/04/11 11:09
valores, sus prioridades, sus preocupaciones… los cuales, por lo general,
se han gestado originariamente en la propia sociedad, siendo, después,
identificados por la mercadotecnia, que, actuando cual organismo
replicador y multiplicador, los va extendiendo y popularizando…
Y así una y otra vez en el mencionado proceso de perpetua e indisociable
retroalimentación; proceso, a fin de cuentas, de génesis, mutación,
extinción y “propagación” de productos comerciales y culturales que se
suceden unos a otros, generación tras generación.
De hecho, no es en absoluto casual que la propaganda se llame
“propaganda”, puesto que su objetivo no es otro sino el de propagar
ideas en lugar de productos. Modos de entender el mundo y de vivir
la vida en lugar de detergentes y aspiradoras. La propaganda es, pues,
una forma de publicidad. Una publicidad que, en el contexto adecuado,
tiene el potencial de actuar con la misma eficacia que las puras y duras
técnicas de lavado de cerebro. La historia reciente nos ofrece mil y un
ejemplos de ello, fundamentalmente, desde el campo de la política, ya
que, los políticos han sido y son los grandes maestros en este arte, y los
medios de comunicación han sido, siempre, la herramienta primordial y
predilecta de la que se han servido para gestionarla y materializarla.
En la España de Franco o en la URSS de Stalin, por poner dos ejemplos,
la influencia que los medios de comunicación ejercían sobre la población
llegaba hasta lo más recóndito y profundo de la psique de los habitantes
de dichos países, ya que, el propio Estado determinaba y controlaba
férreamente lo que debía publicarse, es decir, lo que podía saberse y lo
que no, lo que podía decirse y lo que no, lo que podía hacerse y lo que
no, y lo que podía pensarse y lo que no.
De hecho, aún hoy en día, los medios de comunicación continúan
funcionando de manera similar, al menos en algunos aspectos. Únicamente
que, en las sociedades democráticas, el Estado, en sí mismo, ha perdido
el control de los medios, que, ahora, han crecido y se han multiplicado.
De modo que ya no hay sólo unos informativos oficiales y un periódico,
sino que hay decenas de cadenas, centenares de canales y publicaciones
de todo tipo. Todas ellas, en cualquier caso, vienen a mostrarnos un modo
de entender la vida; todas siguen interpretando la realidad a su manera;
todas nos dicen, de una u otra forma, cómo hemos de pensar y qué
debemos comprar; puesto que todas y cada una de ellas siguen su propia
línea editorial, su propia política de empresa y absolutamente todas
subsisten gracias a las inversiones publicitarias de las firmas comerciales
y de los lobbies políticos o sociales que, a su vez, se cuidan muy mucho de
que tales medios velen por sus intereses a la hora de realizar sus labores
informativas (pues, de otro modo, se acabaron los anuncios y, con ellos, el
negocio para unos y otros).
Por lo tanto, hoy, al igual que antaño, la información sobre lo que sucede
en el mundo (desde lo micro hasta lo macro) es una información que
le llega al ciudadano filtrada por el mensajero –por sus sesgos y por
sus intereses- (y es imposible que jamás sea de otra manera). El 90% de
las cosas que sabemos de lo que se cuece por ahí proviene de lo que
nos dicen los medios. Ellos, pues, definen nuestra realidad (hoy cualquier
habitante de Peralejos de las Truchas sabe de la existencia de Yemen; hace
90 años no lo sabía ni uno), y en gran medida nos dicen como hemos de
interpretarla y como debemos posicionarnos ante ella. Con la salvedad
de que hoy, a diferencia de antaño, podemos escoger el mensajero que
filtre la realidad del modo más acorde con nuestras propias creencias;
y con la diferencia de que, actualmente, el proceso informativo de
vía unidireccional (del Estado al ciudadano) se ha ido resquebrajando
a marchas forzadas, más aún desde el momento en que las personas
tenemos cada vez más oportunidades de intervenir en dicho proceso.
Por ejemplo, aportando videos caseros, fotografías de móvil o meros
testimonios y denuncias que, en ocasiones, simplemente, complementan
y completan la información de los medios oficiales, pero que, otras veces,
permiten que salgan a la luz contenidos que éstos jamás publicarían
en razón de sus ya citadas políticas de empresa y líneas editoriales.
Contenidos que pueden ir desde lo más banal e intrascendente –como
la burla y la parodia a la familia real en una revista de medio pelo o
en un video de YouTube (pero que, en última instancia, permiten poner
sobre el tapete el cuestionamiento de la existencia misma de las sagas
monárquicas en nuestras sociedades) hasta provocar cambios drásticos
y de calado histórico –como el derrocamiento de líderes y regímenes
políticos (caso de los convulsos momentos por los que está pasando el
mundo árabe en estos últimos meses, facilitados, en buena medida, gracias
a la interconexión y a la propagación de información entre ciudadanos
anónimos a través de medios de comunicación no convencionales como
Twitter, que, de momento, no han sido invadidos ni sometidos al control
propagandístico de los diferentes gobiernos y grupos de poder).
La situación, pues, ha cambiado mucho de unas décadas a esta parte.
Como todo en la vida, el cambio ha traído sus pros y sus contras, sus
luces y sus sombras, que a cada cual le corresponde valorar. En nuestra
opinión el balance último resulta positivo, claramente positivo. Otros
opinarán lo contrario, pero, en cualquiera de los casos, de lo que no cabe
duda es de que, tanto antes como ahora, la influencia de la publicidad,
del marketing, de la propaganda y de los medios de comunicación ha
sido y es inconmensurable, hasta el punto que, como ya dijimos, resulta
indisociable de nuestra cultura, a la que alimenta y de la que se alimenta en
un proceso continuo y perpetuo, de tal manera que una y otra se influyen
mutuamente en todas y cada una de sus expresiones y manifestaciones.
«Vale, pero… ¿y las drogas?»
Muy bien, gracias.
«Si, si eso ya lo sabemos todos, pero me refiero a

¿cómo se encuadran la
publicidad y el marketing en el ámbito de las drogas y de qué manera y
en qué medida influyen en nuestro comportamiento?»

miércoles, 10 de agosto de 2011

“Grupos Sociales y Adicciones. ¿Hay Evidencia de la Relación?” D. Álvaro olivar Arroyo. Educador Social. Profesor Técnico de Servicios a la Comunidad.

“No hay un tratamiento único que sea
apropiado para todos los individuos”
(NIDA, 1999)
1. Introducción: La heterogeneidad de la población con adicciones
En la última década, el abordaje de las adicciones, tanto en el ámbito
preventivo como en el del tratamiento, ha ganado en complejidad. Uno
de los factores que ha influido de manera relevante en este incremento
es, sin duda, el cambio que se ha operado en la población susceptible de
actuación: donde antes aparecía un perfil mayoritario bastante definido,
un varón consumidor de heroína, con ciertos problemas asociados, hoy
se presenta un colectivo muy heterogéneo, debido a diversas variables,
que han obligado al profesional de este campo a una actualización
constante y a estar preparado para hacer frente a la diversidad. Algunas
de estas variables que hacen difusa una conceptualización concreta son
las siguientes:
 Sexo: Donde anteriormente había un volumen muy alto de varones,
se va abriendo paso tanto en el consumo como en la demanda de
tratamiento el grupo anteriormente minoritario, las mujeres; otro
elemento a considerar es la opción sexual, que aparece asociada a
ciertos consumos muy concretos en algunas ocasiones, como por
ejemplo, los poppers.
 Edad:
En los últimos años, se ha prestado una mayor atención a los
menores con problemas de adicción, que requieren de actuaciones
específicas. Cabría pensar si estamos previendo lo que vendrá, y si
estamos preparados para otro colectivo como el de los mayores,
porque muchos de los consumidores de hace 20 o 30 años comienzan
a entrar en la senectud, y requerirán un planteamiento ajustado.
Etnia y país de origen: personas de etnia gitana, e inmigrantes
latinoamericanos, eslavos, asiáticos, norteafricanos, o africanos, tienen
sus peculiaridades respecto al consumo de sustancias y deberían
tenerse en cuenta dentro de una propuesta de abordaje preventivo
o de tratamiento.
 Profesión:
Actividades laborales como la hostelería y la construcción
están, en muchos casos, asociadas al consumo y suponen dificultades
para un proceso adecuado.
 Tratamientos:
El estar dentro de un programa de tratamiento con
sustitutivos, o el seguimiento de tratamientos psiquiátricos tiene una
influencia clara en el pronóstico de éxito o fracaso de la propuesta
profesional.
 Otros problemas de salud: La presencia de enfermedades o
discapacidades es otro de los elementos que puede alterar el desarrollo
de estrategias eficaces, puesto que muchas de las actividades que
planteamos en los programas no tienen en cuenta ciertas barreras
(sensoriales, motoras) con que se encuentran los sujetos.
 Otros problemas psicológicos: El diagnóstico previo de trastornos
de la personalidad, o de rasgos de codependencia altera el trabajo a
realizar, requiriendo de una adaptación específica para cada sujeto en
estas circunstancias.
 Otros problemas sociales: El paso previo por prisión, la situación
de desempleo, el fracaso escolar, el nivel socioeconómico, o el
aislamiento y la alienación son situaciones sociales que, en algunas
ocasiones, dificultan una buena evolución.
 Adicción:
Aunque nuestra principal tendencia es la de hablar de
adicción a sustancias, lo cierto es que en los últimos años se están
planteando otro tipo de adicciones que requieren de un abordaje muy
específico, como las que se asocian a las nuevas tecnologías, al sexo, al
juego, a las compras…
Muchas de estas variables influyen de manera decisiva en la forma
de afrontar el problema y su solución: estilos de vida, costumbres,
perspectivas ante su realidad, elementos culturales, tienen un peso
decisivo en un desarrollo adecuado del proceso que enfrentan.
No es extraño que algunos autores planteen que “el ajuste del tratamiento
a las características individuales puede deberse en ocasiones a las condiciones
legales, médicas o sociales del paciente, con el fin de atender a factores
periféricos y no centrales a la modificación del trastorno adictivo”1.
La singularidad de cada individuo, no obstante, no puede hacernos partir de
una posición de tabla rasa al iniciar con él las actuaciones que conduzcan
a ayudarle a solucionar su problema de adicción. Para ello, nos puede
ayudar el reflexionar sobre algunas características que comparte con
otros sujetos, con los que forma, de acuerdo con ciertas peculiaridades,
un grupo social. A continuación, profundizaremos brevemente en este
concepto y trataremos de definirlo.
2. ¿Qué conforma un grupo social? Según Anthony Giddens2, los grupos sociales son “conjuntos de individuos
que interactúan unos con otros de manera sistemática. Pueden ser desde
asociaciones muy pequeñas hasta otras de gran tamaño, también denominadas
sociedades. Independientemente de sus dimensiones, la característica definitoria
de un grupo es que sus miembros tienen conciencia de su identidad común.
Pasamos la mayor parte de nuestra vida en contacto con algún grupo; en
las sociedades modernas la mayoría de la gente pertenece a numerosos y
diferentes tipos de grupos.”
Esta definición no nos sirve para nuestro propósito, dado que el
concepto de grupo social con el que nosotros nos manejamos es algo
más preciso, y especialmente se diferencia en lo que tiene que ver con la
estructuración. Que haya cierta tendencia a la asociación entre algunos
de los que forman parte de los diversos grupos sociales, no constituye
una estructura real, salvo en algunas excepciones. Para facilitar el trabajo,
formularemos tres características o requisitos para nuestra acotación de
grupo social:
A) Características comunes. Una de las variables que se comentaban al principio era la característica
definitoria de cada grupo social. La aparición de otras características
comunes dentro de la población escogida será lo que ayude a definir
un perfil. Un ejemplo de esto sería el trabajo que se está realizando con
mujeres en el ámbito de las adicciones: en un alto porcentaje, aparecen
en ellas problemas de codependencia asociados. No aparecen en todas
ellas, pero sí en un porcentaje significativo. Así, dos variables se asocian de
manera interdependiente. No es descartable que podamos encontrarnos
con algún caso de varón codependiente, pero será una excepción dentro
de la regla.
B) Conciencia de grupo. Otro aspecto a tener en cuenta es el que el propio sujeto se sienta
identificado con esas características y, con ello, se sienta parte del grupo
social. Por ejemplo, las mujeres han ido tomando conciencia de su
existencia como grupo social de manera progresiva en los dos últimos
siglos, especialmente. Por poner otro ejemplo, respecto a las etnias,
“los miembros de los grupos étnicos se ven a sí mismos como culturalmente
diferentes de otros grupos sociales, y son percibidos por los demás de igual
manera”3.
C) Una población suficiente. Es indudable que, a mayor incorporación de variables en el análisis, más
probabilidades habrá de que la población a la que nos referimos se
reduzca. Por ejemplo, en el caso de las mujeres con problemas asociados
al consumo de sustancias, el añadir como característica la existencia de
cargas familiares (hijos a cargo) supone una reducción de la población de
la que hablamos, con peculiaridades a la hora de establecer estrategias de
abordaje de su problemática.
3. La transferencia de conocimiento como base
Lo anteriormente planteado nos obliga a hacer un triple esfuerzo. Necesitamos
saber cuáles son los diferentes grupos sociales, qué características
suelen tener y qué estrategias han funcionado en el trabajo con
ellos, dentro del ámbito de las adicciones. Hay tres vías para recabar esta
información:

A) Poblaciones estudiadas y tratadas. Existen multitud de estudios sobre la relación con las drogas de algunas
de las poblaciones que aquí denominamos grupos sociales; en el anexo
se incluyen algunos, relacionados con tres grandes grupos sociales que
requieren de un abordaje muy específico en los ámbitos de prevención,
tratamiento e incorporación social: las mujeres, las personas inmigrantes
y las de etnia gitana. Del mismo modo, contamos con referencias de
experiencias de actuación con estos colectivos, que también aparecen
en el anexo.
Conviene precisar que no todas las estrategias que se han demostrado
útiles con un colectivo tienen por qué ser aplicables a cada caso individual;
la variedad de características del sujeto, sumado a nuestro conocimiento
del mismo, nos dará claves para diseñar un plan adecuado de actuación.
Pero conocer todas las reflexiones, estudios y experiencias posibles
nos ofrece un marco de referencia más adecuado para darle sentido
y significado a algunas cosas que nos resultan más difíciles de entender.
B) Referencias sociológicas. No sólo los trabajos que estudian las relaciones entre los grupos sociales
y las adicciones nos interesan: también cualquier investigación que nos
ayude a perfilar la idiosincrasia de ese grupo, sus tradiciones, su filosofía
de vida, su cultura, sus costumbres y hábitos, su estilo de ocio y otras
muchas variables, puede resultarnos de gran utilidad para conocer más
en profundidad al colectivo y, con ello, al individuo al que pertenece o con
el que se identifica.
Por ello, la revisión de estudios sobre todos estos colectivos pueden
ser un punto de partida para un trabajo más cercano a la labor que
desempeñamos: no todo está escrito, y también las personas que
trabajamos en este ámbito tenemos la capacidad de generar conocimiento.
C) La experiencia cotidiana. El tercer pilar de ese proceso de adquisición de conocimiento, sobre
cómo es cada grupo social y cuáles son las estrategias más apropiadas
para ayudarlos a resolver sus problemas con el consumo de sustancias,
es la propia experiencia. El profesional que trabaja en este ámbito va
acumulando, a medida que desarrolla su práctica, un conocimiento
progresivo de las personas con las que trabaja, y comienza a establecer
sus propias hipótesis sobre la manera más adecuada de tratar el tema
con cada perfil social que se encuentra. Hipótesis que, posteriormente,
podrá contrastar con la información adquirida a través de fuentes más
o menos reconocidas, como las que se mencionan en los anteriores
apartados, dotando de realidad a los datos y a las propuestas de los
diferentes autores.
Por ello, se hace necesario fomentar entre los profesionales, como sujetos
individuales y como parte de equipos multiprofesionales, la costumbre de
reflexionar sobre la práctica, identificar elementos comunes a los sujetos
con los que desarrolla su labor, compartir estas reflexiones con otros
profesionales y llegar a acuerdos sobre modelos de atención ajustados
a cada perfil. Huelga decir que, en ocasiones, va a encontrarse con
dificultades para un adecuado desarrollo de estos procesos: las rivalidades
entre profesionales y disciplinas, las tensiones debidas a las diferencias
de criterio y las dificultades para llegar a consensos sobre el trabajo a
realizar son impedimentos cotidianos en la práctica profesional dentro
del campo de las adicciones. Pero ha de tomarse conciencia, también, de
la relevancia que tienen los procesos de reflexión y formación interna en
el seno de los equipos, y de la necesidad de superar ciertas tendencias a
la centralidad y la jerarquía disciplinar, en aras de una mejor coordinación,
conjunción y desarrollo de la tarea multiprofesional.
4. El establecimiento de perfiles sociales como referencia para el
trabajo cotidiano
El contenido del taller, dada su naturaleza práctica, habrá de versar sobre
el establecimiento de ciertos parámetros que ayuden a orientar el tipo
de actuación que cada perfil social requiere.
La construcción común del conocimiento será la base para el diseño
de protocolos de actuación, basados, en este caso, en la reflexión y el
intercambio de experiencias entre los participantes del taller.
Para ello, habremos de formularnos una serie de preguntas que deberían
conducirnos hacia la elaboración de perfiles concretos que puedan
ayudarnos a una mejor labor con estas poblaciones tan diversas cuyo
único aspecto común es el haber tenido problemas asociados a la
adicción. Estas preguntas serán:
A) ¿Qué necesitamos saber de cada sujeto?
B) ¿Qué sabemos de ese grupo social (características)?
C) ¿Qué estrategias se han aplicado con éxito?
Las conclusiones del taller, así, dependerán exclusivamente de las
aportaciones de los participantes, en base a su experiencia, a su
conocimiento vivencial de cada grupo social, y a lo que su creatividad
les conduzca a proponer para desarrollar una mejor labor en su campo
profesional. Conocer para actuar, en el fondo.

martes, 2 de agosto de 2011

“Ciberadicciones: nuevas tecnologías, nuevas adicciones a Internet y las redes sociales” D. Juan Manuel Romero Martín. Licenciado en periodismo. Fundador de Adicciones Digitales.

Las adicciones digitales son una realidad con la que convivimos los padres
y los hijos, y que sufrimos tanto unos como otros. La sociedad en su
conjunto está experimentando un cambio brutal, disfrutando de los
avances de la era digital y sufriendo sus inconvenientes, que no son pocos.
Eso sí, en la mayoría de las ocasiones, la parte negativa de la tecnología la
sufrimos porque hacemos un mal uso de ella. Simplemente por eso.
Los padres vemos con desesperación como nuestros hijos se pasan el
día enganchados a cualquier aparato que pongamos al alcance de sus
manos. Pasan horas y horas, se supone que estudiando o utilizando la
tecnología para mejorar su rendimiento escolar, pero lo cierto es que
hacen todo lo contrario. Están todo el tiempo chateando, con amigos o
desconocidos, que de todo hay en botica, y se crean una necesidad de
utilizar el ordenador que llega a ser insana. Bueno, digo el ordenador, pero
no podemos olvidar que disponen de decenas de aparatos tecnológicos
para pasar el tiempo. El móvil es uno de ellos.
En estos momentos, cualquier adolescente dispone de un teléfono móvil
con conexión a Internet; un pequeño ordenador del que no pueden ni
quieren separarse, ni siquiera para dormir.
Los hijos, en ocasiones, también sufren la adicción de sus padres. Muchos
profesionales llegan del trabajo a casa y siguen enganchados al ordenador
o la blackberry. Da la impresión de que en su empresa no hay otra
persona que trabaje, y que si no continúan en casa con sus quehaceres
profesionales la compañía se hundirá, y todos irán al paro. Lo cierto es
que su empresa puede pasar perfectamente sin ellos. El problema es que
ellos no pueden pasar sin su empresa; mejor dicho, no saben estar sin
ejercer, en todo momento, su actividad profesional.
Esto, se mire como se mire, es una adicción, y una falta de responsabilidad.
Por dos razones: Primero, porque los padres no se ocupan de sus hijos,
de cómo les ha ido en el colegio y de sus necesidades. Ni de sus cónyuges,
y luego nos extrañamos de que haya divorcios. Segundo, porque los
hijos ven estas conductas en los padres como algo totalmente natural y
tienden a imitarles, lo que significa que pasarán todo el día enganchados
y sus progenitores no podrán decir nada en contra de esta situación,
porque ellos hacen lo mismo. Se predica con el ejemplo.
Parece claro que la relación padre-hijo o madre-hijo se resiente. No
pensemos que son solo los padres los que tienen estas conductas, sino
también las madres. Eso sí, ellas suelen ser más inteligentes, sensatas
y responsables y lo normal es que pongan el interés de la familia por
encima de otras consideraciones. Lo normal es que cuando lleguen a casa
y procuren no seguir trabajando con temas de la oficina.
Esta afición desmedida a la tecnología, por decirlo con palabras suaves, tiene
también sus consecuencias en el ámbito docente. Muchos adolescentes,
cientos de miles en España, se van a la cama todas las noches, con el móvil
en la mano esperando que algún amigo les haga una perdida, lo que puede
ocurrir a las tres o a las cinco de la madrugada, por ejemplo. Si reciben
la llamada, que sus padres no oirán porque tienen el teléfono en silencio
con el vibrador activado, se van a despertar. Devolverán la llamada y ya
no descansarán. Llegarán al colegio rendidos y no se enterarán de lo que
se explica en clase.
Eso en el caso de que reciban la llamada. Pero si no la reciben y la
estaban esperando, la situación se agrava, porque sentirán ansiedad y
angustia “nadie me llama. Nadie se acuerda de mí. Mi novio – mi novia
ya no me quiere”, y otra sarta de tonterías que les van a afectar al día
siguiente en el aspecto personal y educativo. Y luego, claro, llegan los
suspensos.
Son situaciones que se repiten en todo momento. El móvil se ha
convertido en un elemento indispensable en nuestras vidas, a veces para
utilizarlo de forma racional y otras de manera a todas luces excesiva.
Como muestra un botón: incontables adolescentes no son capaces de
soltar el teléfono ni siquiera para comer.
A muchos de ellos no es raro verlos comiendo la sopa con la cuchara en la
mano derecha y trasteando con el móvil en la izquierda. Una dependencia
absoluta y nefasta.
Dependencia que se comprueba cuando un día, de repente, nuestro hijo
se olvida el móvil en casa y no puede utilizarlo en el colegio. Por cierto,
está prohibido llevarlo a clase, pero lo lleva. Bien, pues la ansiedad por no
poder mandarle un mensaje a su amigo Pablo es total, y no les deja estar
pendientes de las explicaciones del profesor. Eso de no poder chatear
con su amigo en toda la mañana es insufrible, a pesar de que su amigo
está dos pupitres más allá de él en su misma clase, a menos de dos
metros de distancia.
Contra esas situaciones indeseadas, insensatas y probablemente inexplicables
desde la lógica es contra lo que luchamos en Adiciones Digitales.
Sin olvidar, por supuesto, que la tecnología e Internet son una magnífica
ventana abierta al mundo, pero que hay que saber cuando abrimos o cerramos
esa ventana, para no coger una pulmonía,o peor.